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Microinestabilidad o inestabilidad menor del hombro

Dr. Eduardo Sánchez Alepuz

  • Expresidente de la AEA
  • Jefe de Servicio COT Hospital IMED Valencia
  • Coordinador Módulo de hombro PNFA/TEACA
  • Vocal investigación e innovación SETLA

Concepto de inestabilidad menor (IM) o microinestabilidad

No existe una definición universal del concepto de microinestabilidad, pero es cierto que a lo largo de mi experiencia en la clínica diaria, me he encontrado con pacientes con molestias, dolor o disconfort en el hombro y cintura escapular que en su actividad diaria, deportiva o laboral, les impide realizarla normalidad. Generalmente esta patología se asocia más en población con alta demanda funcional del hombro, bien por su trabajo o por el tipo de deporte que realizan.

Desde mi punto de vista la microinestabilidad o inestabilidad menor se entiendo como aquellos hombros que se caracterizan por alteraciones cinemáticas/biomecánicas en pacientes con alta demanda funcional (deportiva/laboral) secundarias a microtraumatismos o sobreesfuerzos repetidos, que generan una alteración de algún elemento estabilizador de la articulación glenohumeral, principalmente a nivel capsular (hiperlaxitud capsuloligamentosa).

Alex Castagna define la inestabilidades menores como: «Traslación patológica, asociada a hiperlaxitud y sintomática, de la cabeza humeral sobre la superficie glenoidea de magnitud inferior a una subluxación».

Para diagnosticar un hombro como microinestable no deben haber episodios previos de subluxación o luxación glenohumeral.

El hombro, una articulación en equilibrio

El hombro o mejor dicho la cintura escapulohumerotorácica o cintura escapular es un conjunto de estructuras óseas, articulaciones, ligamentos, capsulares y musculares, que funcionando de forma sincrónica y coordinada permiten una perfecta armonía y estabilidad para que todas las estructuras de esta cintura escapular permitan realizar todos los grados de movimiento en todos los planos del espacio, convirtiendo esta articulación es la más móvil del cuerpo humano. A diferencia de otras articulaciones, la cintura escapular es una articulación en suspensión formada por la articulación glenohumeral, escapulotorácica, acromioclavicular y esternoclavicular, esta disposición anatómica junto con las exigencias de rango de movilidad hace que sea una articulación a priori inestable con una gran movilidad. La funcionalidad correcta de esta articulación se basa en el equilibrio perfecto entre estabilidad y movilidad. Si un hombro para ganar estabilidad tiene que perder movilidad, puede suponer una limitación funcional para muchas actividades, sobre todo en actividades de alta demanda funcional. Es cierto que a veces, hay compensaciones, por ejemplo perdida de algún grado de rotación externa que es compensada por un aumento de la rotación interna, estas compensaciones son muy frecuentes en diferentes tipos de deporte: lanzadores, jugadores de raqueta…

Un hombro estable es el resultado del equilibrio y correcto funcionamiento de las estructura anatómicas de la cintura escapular, es decir de los estabilizadores estáticos y dinámicos:

El equilibrio perfecto entre los estabilizadores estáticos y dinámicos permitirá un correcto funcionamiento de la cintura escapular a pesar de la a altas demandas funcionales a las que podamos someter el hombro en actividades como un lanzador de beisbol o en el saque en un tenista, por mencionar algún ejemplo. Hay deportes que se inician desde la infancia y esto permite que arcos de movilidad muy acentuados como rotaciones externas muy aumentadas (pitcher) exigen cambios adaptativos en determinados estabilizadores estáticos y dinámicos.

Clasificación de las microinestabilidades e inestabilidades menores

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