Por: Ignacio Peregrín, Jose Vicente Díaz, Ignacio Miranda, Andrés Collado, Marta Gutiérrez, Eduardo Sánchez-Alepuz

Departamento del Aparto Locomotor (COT/RHB). Hospital IMED Valencia.

El cartílago articular, de variedad llamada hialina (del griego hialos = espejo), es el tejido que recubre las superficies óseas que forman parte de las articulaciones.

Es el encargado de soportar y distribuir las cargas que se transmiten entre las superficies, y proporcionar un movimiento suave de deslizamiento prácticamente libre de fricción debido a su bajo coeficiente de rozamiento1 .

¿De qué se compone?

Como todo tejido vivo está representado por una unidad celular, el condrocito, que será el encargado de producir el resto de componentes que forman parte del cartílago, es decir, el resto de macromoléculas estructurales que le conferirán sus características biomecánicas, lo que se conoce como la matriz extracelular.

Así pues, el cartílago está formado por:

  • Condrocitos

Es la unidad celular encargada de sintetizar la matriz extracelular.

En su interior contiene un núcleo y las organelas encargadas de sintetizar y secretar los productos de la matriz al exterior.

.

  • Matriz extracelular (MEC).
    • Agua 75-80%. Figura 3. Visión histológica de un cartílago hialino sano de rodilla. Disposición de los condrocitos formando grupos.[/caption]
    • Macromoléculas
      • COLAGENO: Desempeñan un papel fundamental en la estructura de la matriz, dotándole de gran capacidad de resistencia a la tensión. El más importante y abundante es el TIPO II (95%)
  • Proteoglicanos: Confieren la resistencia a la compresión. El más abundante el AGRECANO formado por moléculas más pequeñas.
    • Condroitín sulfato
    • Queratán sulfato
  • Hialurónico: Forman largas cadenas que dan lugar a un esqueleto al cual se unen las moléculas de agrecano.

La estructura de este cartílago no es uniforme, se pueden diferenciar 4 capas bien delimitadas en función de la orientación de las fibrillas de colágeno y la distribución de los condrocitos3 .

Tengo una lesión en el cartílago…

¿Cómo?

La lesión puede tener un origen degenerativo, es decir, la fricción continuada, la actividad física de impacto repetitivo, alteraciones en el eje de los miembros inferiores, el sobrepeso, presencia de lesiones meniscales, ligamentosas…pueden conducir a una erosión o desgaste progresivo del cartílago y un deterioro global de la articulación.

En otras ocasiones es suficiente la presencia de un traumatismo para alterar la estructura del cartílago, son las lesiones traumáticas.

El daño o degeneración del catílago hialino, llamado comúnmente condromalacia, puede observarse con facilidad y clasificarse4.

Visión artroscópica de una lesión condral crónica degenerativa (izquierda) y una lesión traumática aguda grado IV (derecha).

¿Por qué me duele?

Un aspecto a resaltar sobre el cartílago hialino es que carece de terminaciones nerviosas, por lo que no duele, sino que es el hueso inmediatamente por debajo, la membrana sinovial que recubre la articulación, los ligamentos, tendones o músculos lo posibles responsables del dolor articular.

¿Puede curar sola esta lesión?

El cartílago articular carece de vasos sanguíneos, por lo que su nutrición en las capas más superficiales proviene del líquido sinovial (líquido que lubrica la articulación), y en las capas más profundas del hueso subcondral (hueso inmediatamente por debajo del catílago). Esto es uno de los principales motivos por el cual el cartílago tiene escasa capacidad regenerativa.

Otra de las razones es la escasa celularidad presente en el tejido y la escasa capacidad del condrocito para migrar a las zonas lesionadas.

Se ha visto que lesiones de pequeño tamaño entorno a 1 mm pueden repararse solas, no así lesiones de mayor tamaño que precisarán de un tratamiento más específico.

¿Influye la edad en estas lesiones?

Si, a medida que envejecemos, y al igual que puede ocurrir con la piel y otros tejidos, el cartílago pierde sus propiedades viscoelásticas y regenerativas por lo que el pronóstico y tratamiento de estas lesiones puede ser diferente.

¿Se pueden prevenir estas lesiones?

Existen diversos factores sobre los que podemos tener capacidad de actuación.

En primer lugar el peso corporal, ya que manteniendo un peso adecuado estaremos reduciendo la carga que debe soportar el cartílago articular y estaremos favoreciendo su mantenimiento.

Por otro lado, el ejercicio físico regular y moderado además de ayudar al control del peso corporal favorece la nutrición del cartílago debido al movimiento y el estímulo de la carga.

La toma de los llamados condroprotectores (colágeno, ácido hialurónico, condroitín sulfato, glucosamina…) no han demostrado científicamente que tengan capacidad regenerativa sobre el cartílago, no obstante, pueden ofrecer un alivio sintomático en lesiones leves y moderadas.

Bibliografía

  1. Couceiro J, Silva MT. Cartílago, estructura y patología. En: Forriol F, editor. Manual de Cirugía Ortopédica y Traumatología. 2º edición. Madrid: Panamericana; 2010. p. 81-6.
  2. Clarke HD, Scott WN, Insall JN, Pedersen HB, Math KR, Vigorita VJ, Cushner FD. Anatomía. En: Insall & Scott. Cirugía de la Rodilla. 4º edición. Madrid: Elsevier; 2007. p. 3-66.
  3. Shetty AA, Kim SJ, Nakamura N, Brittberg M. Articular Cartilage: Histology and Physiology. En: Techniques in Cartilage Repair Surgery. Heidelberg: Springer; ESSKA 2014. P. 17-22.
  4. Chu CR, Williams AA, Coyle CH, Bowers ME. Early diagnosis to enable early treatment of pre-osteoarthritis. Arthritis Res & Ther. 2012; 14(3):212.

Departamento del Aparto Locomotor (COT/RHB).

Hospital IMED Valencia.

Valencia a 19 de Marzo de 2018

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