Por  Ignacio Miranda Gómez

@DrNachoMiranda

Médico Adjunto Servicio COT Hospital IMED Valencia

SI A MÍ LO QUE ME DUELE ES LA RODILLA. ¿POR QUÉ MI TRAUMATÓLOGO SE EMPEÑA EN QUE PIERDA PESO?

Esta es una pregunta que escuchamos frecuentemente en personas que han visitado al traumatólogo por dolor de rodilla. Intentaremos dar una explicación al porqué de esta recomendación, ya que muchos traumatólogos la hacen, pero no explican al paciente los motivos. Es posible que el problema resida en la brusquedad o la falta de explicaciones con las que se da la recomendación, pero esto no quita que sea una muy buena propuesta para nuestra salud.

El motivo por el que su traumatólogo le recomienda que pierda peso no es estético, ni un capricho. Si pensamos que nos tenemos que ir a caminar, todos estaremos de acuerdo que si nos vamos a caminar 2 o 3 horas con una mochila de 10 o 15 kg, nuestras rodillas y nuestros tobillos se van a sobrecargar y es posible que nos duelan, pero si además tuviésemos una lesión en la rodilla, probablemente el caminar con nuestra mochila nos desencadenaría más dolor. Por el mismo motivo, si en vez de ponernos una mochila, nos la quitamos (perdemos 10 o 15 kg de peso), nuestras rodillas y tobillos lo van a agradecer, e incluso es posible que no nos duelan tras andar 2 o 3 horas o en caso de tener una lesión, es posible que nos duelan menos. Así pues, el perder peso (más o menos en función del sobrepeso o grado de obesidad de cada uno) nos va a favorecer:

  • En el día a día. Nos vamos a encontrar más ligeros, nuestras articulaciones de carga (pies, tobillos, rodillas y caderas) se van a sobrecargar menos, por lo que vamos a prevenir lesiones o vamos a conseguir que las lesiones existentes ocasionen menos dolor. Esto es una ventaja enorme para el hoy, pero también para el mañana.
  • En el caso de tener que operarnos. Si hay que realizar una intervención quirúrgica, sobre todo si hay que poner una prótesis de rodilla, la obesidad ocasiona una serie de problemas:
  • Al haber un mayor volumen de grasa, hace que la intervención sea más complicada, prolongando el tiempo de intervención y disminuyendo su porcentaje de éxito.
  • Aumenta el riesgo de infección de la herida y de la prótesis.
  • Aumenta el porcentaje de “prótesis dolorosa”.
  • Aumenta el riesgo de mala alineación o de inestabilidad (ya que para lograr separar lo suficiente, se produce mayor agresión de partes blandas).

No son pocos los pacientes que habiendo perdido peso han mejorado claramente de sus molestias. Incluso hay casos en los que se ha marcado un objetivo de pérdida de peso al paciente para ponerle una prótesis de rodilla, y una vez conseguida la pérdida de peso, el paciente ha decidido no operarse porque ya no le dolía la rodilla (y la artrosis que tiene es exactamente igual antes y después de la pérdida de peso). Por último, en el caso de que habiendo perdido peso, persistan las molestias, mejoraremos mucho el porcentaje de éxito de la intervención quirúrgica.

¡Perder peso es un gran reto! ¡Asumámoslo como tal! ¡Mucho ánimo, mucha constancia y mucha paciencia! Si es tu caso, ten por seguro que tus rodillas te lo agradecerán.

Valencia a 24/4/2017

Comparte en tus redes sociales